Por unanimidad, la Cámara de Diputados aprobó una reforma legislativa que contribuirá en gran medida a dar solución a un grave problema de salud pública que ha cobrado un gran número de vidas y que representará un ahorro sustancial en tratamientos: la donación y el trasplante de órganos.
 El Dip.Miguel Osuna Millán, presidente de la Comisión de Salud de la LXI Legislatura, autor de dicha iniciativa, comentó  que el dictamen votado constituye una auténtica reforma integral y profunda para donación y trasplante de órganos en el País.

Comentó que mediante esta reforma constitucional que considerada histórica por los beneficios que traerá para las familias mexicanas, se han avalado reformas a 16 artículos de la Ley General de Salud, incorporado 11 nuevos artículos, además de que se han adicionado 23 fracciones y párrafos a artículos ya existentes en la misma Ley.

El Poder Legislativo en su conjunto,  ha demostrado una vez más que son los temas de salud los que mayor consenso pueden y deben generar entre los partidos políticos, al aprobar modificaciones sustanciales que por mucho tiempo han sido una sentida demanda por parte de las organizaciones de la sociedad civil, al igual que reconocidos expertos nacionales e internacionales.

La problemática en esta materia cobra especial relevancia debido a que muchos mexicanos han perdido y están perdiendo sus vidas dada la escasez de órganos y una baja tasa de donación, considerando que en México iene una lista de más de 12 mil personas en espera de un trasplante.

El diputado Osuna Millán agregó que nuestro País se encuentra muy por debajo de su potencial en la materia, ya que la tasa de donación llega a ser apenas del orden de nueve personas por cada millón de habitantes, en el mejor de los casos.

Basado en datos de la Secretaría de Salud Federal y de otras instancias y organismos públicos y privados, lo que más se requiere son donaciones y trasplantes de riñón, hígado, corazón, páncreas, pulmón o córnea; y que mientras en España hay tasas de donación de 34 personas por millón para cubrir el 44% de sus necesidades, y en Estados Unidos hay 25.5 personas por millón, en México la cifra es apenas de 5 donantes por millón.
En 2009, el 81% de los trasplantes de riñón en México se hicieron con donante vivo y el resto fue con donantes cadavéricos; mientras que en el resto de América latina el 56% son donantes fallecidos y sólo el 44% son de donantes vivos.

Es latente la posibilidad de que se  origine una explosión en la demanda de órganos y tejidos en el futuro próximo, dado que hay 8.3 millones de mexicanos con insuficiencia renal leve y 129 mil con insuficiencia renal crónica, además de que el 21% de la población mayor de 20 años tiene hipertensión arterial y el 10% diabetes mellitus


La reforma de la Ley General de Salud aprobada en San Lázaro, originada a partir de una iniciativa del Diputado Federal, Dr. Miguel Osuna Millán, contiene entre otros los siguientes méritos:

Facilita y fortalece algo que resulta fundamental, que es el consentimiento tácito, mediante el cual todo mexicano puede ser considerado donante al fallecer, siempre y cuando no haya manifestado su negativa en vida, y se cuente con el consentimiento de los familiares; y también fomenta la cultura de la donación, e impulsa la multiplicación de donantes al momento de la realización de trámites públicos o cuando los ciudadanos acuden a obtener documentos oficiales.

Consolida el Subsistema Nacional de Donación y Trasplantes, no solamente a nivel federal, sino en las entidades federativas, a través de los Centros Estatales de Trasplantes; y establece nuevas figuras y conceptos, como el del coordinador hospitalario de donación de órganos y tejidos para trasplantes, mismos que deberán estar debidamente capacitados y disponibles de manera permanente.

Con dicha reforma, se establece la realización de campañas permanentes de concientización sobre la importancia de la donación y los trasplantes; y se pone especial énfasis en la coordinación entre las distintas instituciones públicas del Sistema Nacional de Salud y con los gobiernos de las entidades federativas.

Además, la nueva ley mejora significativamente todos los procesos relativos a la asignación, distribución, procuración de órganos y tejidos; y sentará las bases para convertir a México en un líder mundial en el campo de la donación y el trasplante de órganos.